Un nutrido grupo de lectores se reunió conmigo el pasado jueves 30 de enero en la sala de trofeos del Prado Suburense.

La convocatoria fue organizada por botiga LaBel y también nos acompañó Manel Saavedra de Grupo Mediática y representante de editorial DêDALO.

Los asistentes realizaron preguntas sobre:

  • Qué me impulsó a escribir esta historia.
  • Por qué tardé tanto en terminarla (10 años)
  • En qué categoría ubicaríamos el relato (Literatura histórica, de aventuras, romántica, ficción)
  • Por qué no ahondé más en el tema de los mayas.
  • Quién era en realidad Irene.
  • Por qué escogí este título.
  • De dónde arranca mi interés por la escritura.
  • Cómo podía un hidroavión de la II guerra mundial llegar hasta México desde el Prat.
  • Qué había de cierto en el personajes de Llach, el piloto.
  • En que libros estaba trabajando ahora.

…/…

Se realizaron comentarios positivos por parte de aquellos que ya habían completado su lectura del libro.

La intervención de Manel Saavedra destacó aspectos de la estructura de la historia y su esfuerzo en la documentación. Muy pocos relatos novelados incluyen un apartado de bibliografía, además de sinopsis, prólogo e introducción, así como un extenso apartado de agradecimientos y conclusión del autor (como una segunda conclusión)

A pesar de lo extenso de su contenido (700 páginas) su lectura es amena y envolvente. Las descripciones de los personajes y lugares son muy cuidadas y aportan calor a la historia haciéndola fluida. La riqueza de vocabulario y estilo consiguen que uno lea las 700 páginas enseguida. Él lo ha leído tres veces.

Se respira en el ritmo de la narración una tendencia al guión cinematográfico que podemos imaginar como una película en blanco y negro de principios de los 50. El libro puede ser leído por todos los miembros de la familia y se intuye una influencia de loa narradores de novelas de aventuras de nuestra infancia.

Finalmente se destacó la tendencia de la historia orientada a una literatura intimista en la que podemos reflexionar y vernos reflejados en alguno de sus personajes.

Concluyó el acto Isabel de botiga LaBel con palabras de agradecimiento hacia los asistentes y las emblemáticas instalaciones de Prado Suburense y anunció a su vez una próxima convocatoria para realizar una segunda charla coloquio sobre el libro en primavera.

Después de la firma de libros y fotografías, nos refrescamos en la acogedora CAÑATECA en la planta baja del mismo edificio. Una velada redonda que esperamos poder repetir pronto.