E N T R E V I S T A

 “No siga leyendo, no le va a gustar: lo que viene es maravilloso”.

Ami, el niño de las estrellas

Enrique Barrios

En mi pueblo existe un paraíso freaky llamado AMI STORE. Situado en el número 34 de Santiago Rusiñol, en Sitges, el establecimiento nos permite realizar un retro salto a los años 80 para revivir aquella época dorada de las películas de Spielberg y recordar a los Gremlins, el Delorean de Regreso al futuro o curiosear objetos relacionados con la Guerra de Las Galaxias.

A pie de calle nos da la bienvenida ET, y al cruzar la puerta estelar, podemos sumergirnos entre todos sus maravillosos objetos: libros, posters, películas, reproducciones, camisetas, miniaturas a escala…, un nutrido y amplio merchandising del que no querremos regresar.

AMI STORE abrió sus puertas una tarde de septiembre de 2013 y desde entonces se ha diferenciado a través de sus productos únicos y para coleccionistas. Es una referencia nostálgica de otras décadas en las que se nos propone vivir una inolvidable experiencia y regresar al niño o niña que todavía habita dentro de nosotros.

Hoy nos hemos reunido con sus principales impulsores, Carla, Ana y Javier.

Manuel Julián — ¿Cómo nació la idea de ofrecer este tipo de artículos?

AMI STORE—  Surgió en una mesa del café Roy de Sitges, lugar bohemio donde los haya, haciendo tormenta de ideas para orientar nuestro futuro. Los tres estábamos en un periodo de transición laboral y entre bromas expusimos en común nuestra pasión por el espacio, la ciencia de vanguardia y la ciencia ficción. Sitges tiene mucha tradición en esto último debido al Festival de Cine Fantástico que se celebra desde hace ya 50 años. Pensamos que algo así encajaría y sería bien recibido. También la serie de televisión “The Big Bang Theory” nos sirvió como referente.  Para nosotros el “frikismo” equivale a libertad de expresión y a disfrutar de las aficiones que cada uno tenga, un buen ejemplo son estos desternillantes colegas.

Manuel Julián—  ¿De dónde surgió el nombre de la tienda?

AMI STORE—  Nos inspiramos en el libro “Ami, El niño de las Estrellas” de Enrique Barrios, que nos encanta. En ella un niño humano se encuentra con un extraterrestre que le enseña cómo funciona verdaderamente el universo más allá de las limitaciones de la Tierra. Ambos se hacen AMIgos y viajando  en su nave espacial descubren muchas cosas increíbles. Así que “Ami Store” es “la tienda de Ami” o tu tienda AMIga. En realidad es la nave espacial de Ami camuflada de tienda de regalos.

“Comerciamos por toda la galaxia exportando cultura pop terrestre e importando sabiduría y tecnología galáctica”.


Manuel Julián—  ¿En estos casi cinco años, qué habéis compartido con vuestros clientes?

AMI STORE—  Compartimos un viaje a través del espacio tiempo con todo aquel que esté dispuesto a reencontrarse con la capacidad de asombro, la alegría y la imaginación. Nuestra tienda está ambientada como una nave estelar de la Federación Unida de Planetas, un homenaje a Star Trek. Tiene una cúpula estrellada en el techo, un video de un viaje espacial de 15 minutos que se proyecta en uno de sus fondos, música selecta de bandas sonoras, sonidos espaciales relajantes y éxitos pop (ochenteros y actuales). No son pocos los que se han venido arriba tarareando las canciones mientras paseaban por la tienda. Si añadimos los curiosos artículos que ofrecemos,  el cóctel es potente.  La nave nos lleva de referencia en referencia, de emoción en emoción, a través del recuerdo de muy buenos momentos que vuelven al presente. Por unos minutos, el tiempo se relativiza, se dobla hacia el pasado para servir de puente a un futuro mejor. ¡Somos retro futuristas!

Siempre pensamos en renovarnos y sorprender. La más reciente adquisición para nuestros visitantes ha sido una máquina Arcade de las de siempre, con sus monedas y los clásicos video juegos de los recreativos como Pac-Man, Galaga, Tetris…  Así que ofrecemos una experiencia inolvidable por el mero hecho de visitarnos. Y lo hacemos  con mucho cariño y no poco esfuerzo. A menudo recibimos felicitaciones y vemos resurgir en niños y adultos una sincera sonrisa de satisfacción.  Es una tienda para disfrutar en familia, que une a diversas generaciones, a padres que explican a sus hijos cómo disfrutaban con esto o aquello, de alguna forma les dicen que ellos fueron niños, que vivieron una época donde lo que ahora damos por hecho se estaba descubriendo entonces. Todas estas vivencias nos llenan de satisfacción. 

Eso es algo que frecuentemente sucede con el público local, pero también con turistas de muchos países: europeos, americanos e incluso australianos. No se esperan algo así, pero nuestra propuesta es muy universal: la esencia del ser humano es la misma en todas partes.

Vivimos tiempos complicados y creemos que tener espacios únicos y de estas características eleva el espíritu.  No todos los días se tiene la oportunidad de ver el mundo desde una nave espacial de la Flota Estelar. Debería mejorar nuestra perspectiva de las cosas. Por eso en la sección de libros hay lugar para la ciencia alternativa, la ufología e investigaciones sobre las teorías de la conspiración y el lado oculto de la realidad. Éste es un distintivo muy particular, que no se encuentra fácilmente a pie de calle. Necesitamos despertar a una visión más amplia de nuestra forma de estar en el planeta.

Ah, y hemos logrado que E.T. sea un habitante más de Sitges y de la redes sociales con cada selfie que la gente se ha hecho con nuestro compañero de tripulación. 

 

Manuel Julián—  ¿A qué dificultades habéis tenido que enfrentaros y hacia dónde se dirige AMI STORE?

AMI STORE—  Inauguramos cuando la “crisis” estaba en su pleno apogeo, ese fue el primer bautismo de fuego. Desarrollarse en un entorno deprimido, con bajo consumo, bancos reestructurándose, escaso crédito y proveedores recelosos, no fue nada fácil. A pesar de todo hemos tenido muchos apoyos, entre ellos el de la gente. Sin duda, la Fuerza nos ha acompañado.

Ahora, en esta situación cronificada, el reto más importante es resistir primero y adaptarse después al impacto de las grandes multinacionales del comercio que influyen sobre la manera de comprar e incluso de vivir. El ejemplo más reciente es el efecto  acaparador de Amazon a través de la venta online. A esta competencia astuta y ventajista se le unen márgenes muy reducidos, alquileres demasiado altos, top mantas desbordantes,  políticas inoperantes de cualquier signo. Necesitamos revalorizar el comercio local, que está sufriendo lo indecible. Muchos pequeños negocios en el centro de Sitges están cerrando sus puertas como nunca ha sucedido y eso no crea un clima favorable para pasear, tomar algo y descubrir establecimientos tan originales. Resulta triste y preocupante. Los comercios le damos vida e identidad a una calle, a  un pueblo, nos influenciamos y dependemos unos de otros. Pero si nada cambia, muy pronto sólo compraremos a través de una fría pantalla y pasearemos entre edificios grises sin nada que ver, al estilo de cualquier película neo futurista decadente. El equilibrio está en todo el universo como una gran enseñanza que debemos imitar. Convendría tenerlo en cuenta también a la hora de usar nuestro dinero porque con cada elección que hacemos damos forma al mundo que nos rodea.  

Sobre el futuro, nuestra nave aumentará su presencia en la red y tiene previsto ir a muchos lugares —todos maravillosos— llevando con nosotros a todo el que desee acompañarnos. El único combustible que necesitamos es la energía y el apoyo de la gente. Nos dirigiremos hacia donde las personas contribuyan a llevarnos. O emprendemos el vuelo para dar un salto cuántico yendo más allá de cualquier frontera o nos quedaremos en tierra en tareas de mantenimiento a la espera de tiempos mejores. De un modo u otro nosotros seguiremos dando la batalla como los rebeldes de Star Wars frente al Imperio.

by Manuel Julián