…Y HOY ES UNA CUESTIÓN DE SUPERVIVENCIA

En mayo de 2017 escribí un artículo para Sitges Infoguía Magazine titulado: “NESTING”: LA MODA DE QUEDARSE EN CASA.

Se trataba de un artículo de opinión sobre una nueva tendencia que se llamaba «NESTING», (permanecer en el nido) y según los eruditos modernos de entonces, quedarse en casa tenía muchas ventajas psicológicas e incluso creativas, algo así como una recuperación o reajuste de la armonía interior. Era como si todo lo que llevábamos tanto tiempo buscando en la calle, hubiese estado más cerca de nosotros de lo que habíamos imaginado, en nuestras propias casas, dentro de nosotros mismos.

Ya han pasado tres años y las paradojas de la vida nos han llevado de una tendencia a una obligación, ya que a consecuencia del COVID-19 millones de personas de todo el mundo se hallarían confinadas en sus casas redescubriendo su propio nesting.

¿Qué habremos aprendido cuando todo esto termine?

Las lecturas o inputs son muy variados, unos más optimistas y otros más lúgubres pero si de algo podemos estar seguros es que llegado el momento de la recuperación o restablecimiento a la normalidad, no será a la normalidad de antes, sino a una realidad paralela que nos haga desconfiar de las multitudes, del contacto físico e incluso de los hábitos de comunicación.

Unos dicen que la epidemia se originó en Asia por culpa de un extraño armadillo infectado, un Pangolin, que forma parte de la cultura gastronómica del lugar y otros que todo obedece a una especie de gran conspiración urdida en la penumbra de un laboratorio. Quizá tardemos mucho tiempo en descubrir la verdad, pero todo este asunto ha revelado un hecho incuestionable; y es que igual que en el aclamado efecto mariposa, lo que ocurre en lugares tan remotos como China puede afectarnos también a nosotros. La globalización nos ha llevado a comerciar y compartirlo todo y ahora ha llegado el turno de los virus, las enfermedades, las mascarillas, los guantes de silicona y los mismos miedos.

Todo sucede ahora a tanta velocidad, que casi no podemos asimilarlo y lo que antes era una frivolidad, ahora es una cuestión de supervivencia.

LA MODA DE QUEDARSE EN CASA

SITGES INFOGUÍA MAGAZINE nº 143 pág. 78