Renato está leyendo uno de mis cuentos

Sobre los cuentos

Todos los niños y niñas del mundo recuerdan un cuento cuando ya son adultos, uno entre todos los demás. Quizá fue porque se lo regaló alguien muy especial, o quizá por sus personajes, la historia o los dibujos.

Este cuento no pretende escalar una cima tan alta como para encontrarse entre uno de ellos, pero si alguna de sus frases o instantes se parecieron a algo que ya habías vivido antes, deseo que sepas que no fue por casualidad.

Alguien que te quiere mucho me susurró al oído, algunos pequeños secretos de tu mundo: el color de tus lápices, tu canción preferida o lo que una vez te puso triste.

Así es que, este cuento es sobre ti. Sobre cosas que reconocerás como tuyas y tan próximas que pensarás que alguien te estuvo observando a través de un agujerito en el cartón de un inmenso decorado que es tu vida.

Y sabes una cosa…cada vez que leas o que tus padres lean para ti las frases de estas páginas, algo fantástico ocurrirá en tu mente y hará que con tu inagotable creatividad  puedas respirar y tocar el maravilloso mundo de los lugares imaginados. Lugares  de los que alguna vez tu mente se alejará adentrándose en el bosque oscuro del atardecer de los días.

Felices sueños

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CONCLUSIÓN DEL AUTOR

                Una niña de 9 años, un perro basset y un bote de pintura dorada.

Cuando a finales de agosto recibí el encargo de escribir un cuento personalizado para una niña de Oklahoma, lo consideré un privilegio, no solo porque la petición venía a través de mi recepcionista favorita Laurie Baughman a quien siempre he llamado cariñosamente Moneypenny, sino porque también suponía un gran reto creativo.

Para la localización de este pequeño relato elegí el barrio londinense de Bloomsbury, incluso el nombre, las casas y la vida allí parecían extraídas de un cuento. Durante las siguientes semanas se crearon los ambientes, los personajes, la idea original y los primeros diálogos.

El personaje principal era una niña de cuarto curso de primaria con un pelo muy rubio y unas divertidas gafas rojas, en cuanto la vi supe que era alguien muy especial. La pequeña debía descubrirse a sí misma a través de la historia y los padres colaboraron en recomendar hacia dónde mover el texto para resaltar alguna cualidad necesaria.

Como yo no soy un ilustrador y se trataba de un cuento, de nuevo nos enfrentamos al reto de las imágenes. En este apartado y con la inestimable ayuda de Laurie con sus recomendaciones y traducción al inglés, el cuento fue tomando forma.

Como todos los cuentos, hay episodios de literatura fantástica y sucesos improbables. Pero en este caso lo que hace más creíble la historia es que aunque no está basada en hechos reales, sus personajes están inspirados en personas que sí lo son y ambientes que sí eran reales, como es en este caso la familia y el mundo de Cara Mae, sus canciones preferidas, sus actividades después de clase o su estilo de ropa. Cada detalle es y resultará tan real como una fotografía de nuestra infancia que descubrimos en un cajón cuarenta años después de aquel mes de diciembre de 2019.

Argumento:

Un perro que vive en el sótano de una biblioteca oculta un gran secreto: Si se leen los nombres de los personajes de los libros, esto cobran vida.

Asustado por estos sucesos busca la ayuda de un humano, en este caso de una niña que junto al perro deben convencer a los personajes huidos para que regresen a los libros.

La historia entraña lecciones sobre el valor de los libros y sus personajes.

Lo del perro dorado es debido a un incidente con un bote de pintura.