NUBES DE AZAFRÁN

«Nubes de Azafrán» fue mi segundo título y la historia, digamos, que iba en serio. Para las localizaciones, escogí la India, uno de los principales exportadores mundiales de azafrán y la evocadora imagen de un atardecer en el que las nubes habían adquirido el color de esta conocida y exótica especia gastronómica.

Debido a la vinculación del relato con Yacutia, en Siberia Oriental, solicité permiso al artista bielorruso Andrei Zadorine para utilizar uno de sus óleos, «nectarines» como portada del libro. Andrei solo me pidió a cambio un ejemplar del libro ya publicado, con el que posó en una fotografía.

Como una buena parte de la historia transcurría en Rusia, el prólogo fue redactado por el filósofo, musicólogo y profesor de ruso David Vorobiev, que dijo:

«Hay una concreción no sólo de los paisajes, sino también de los pensamientos, deseos e imágenes mentales que se experimentan, lo que nos hace entrar de lleno en la historia e incluso identificarnos con los personajes o, cuando menos, sentir en alguna medida lo que ellos sienten…

La ágil prosa del escritor hace posible aproximarnos al detalle de sus descripciones hasta tal punto que podemos observar esas pequeñas imperfecciones, que a veces hacen que todo sea perfecto. A la hábil descripción le acompaña una trama bien urdida. Hay un desarrollo bien trabajado para generar tensión y momentos climáticos llenos de acción».

Imagen de Francisco José Molina. Modelo: María José García

La primera presentación oficial de «Nubes de Azafrán» tuvo lugar en julio de 2015 en el Hotel Estela de Barcelona, afincado en Sitges. Disfrutamos de la asistencia de nuevos lectores, familiares y viejos amigos. Durante la entrevista dirigida por Mediática y ediciones Dédalo, se habló del argumento, de los personajes, de la experiencia de escribirlo, del propósito de la historia y por supuesto, de las próximas creaciones.