De alguna forma, todo aquello que no conocemos o que no conocemos bien, siempre nos ha sobrecogido de temor. Las nuevas tecnologías son una evidencia de ello. Recuerdo, por ejemplo, a mi cirujano resistiéndose a ver las radiografías a través de un disco dvd.

Los tiempos, como decía Bob Dylan, están cambiando, en realidad, lo han hecho siempre y lo difícil para nosotros es que seamos capaces de adaptarnos.

Escucho un par de clásicos después del trabajo, de camino a casa, esta vez Walk On By de Dionne Warwick, y me pregunto: ¿la inteligencia artificial habría podido crear una canción como esta?

Los más arriesgados dirían que sí, y de alguna manera todo se repite, como el temido argumento de una película de los ochenta en el que las máquinas toman conciencia de sí mismas y deciden que nosotros somos el virus, la amenaza; Skynet en Terminator sería un buen ejemplo de ello.

No podemos evitarlo, los peores escenarios siempre nos alcanzan y oscuras calles de nuestra memoria se llenan de imágenes apocalípticas. Encuentros distópicos con el futuro que cada vez está más cerca, que es inmediato, como el final de todo, de la vida como la conocíamos hasta ahora.

Y esta misma impresión he sentido esta semana al descubrir una aplicación basada en inteligencia artificial (IA), capaz de escribir un libro con solo unas pocas indicaciones.

Hace un tiempo que inicié una nueva novela titulada: “Dos días sin Brenda”, el personaje principal es una mujer bombero, una especialista en el origen y propagación del fuego. De origen irlandés, vive y trabaja en Barcelona. Brenda debe enfrentarse a un personaje obsesivo y tortuoso, un pirómano que está causando estragos en la ciudad. Así que mi propuesta para esta aplicación de móvil basada en (IA) fue:

Escribe 5 páginas sobre Brenda, una bombero especialista de Barcelona que lucha contra las actividades de un pirómano.

Lo más terrible de todo esto es que en menos de treinta segundos ya tenía las cinco páginas en mi mano, este es un extracto:

“Desde muy joven, Brenda se sintió atraída por la adrenalina y el deseo de proteger a los demás, lo que la llevó a unirse al cuerpo de bomberos de la ciudad a los 22 años. Con una trayectoria de más de 15 años, Brenda se ha destacado no solo por su capacidad física, sino también por su pericia en el uso de tecnologías de vanguardia para combatir incendios, incluyendo drones, sistemas de detección temprana y técnicas de control de fuego con contrafuegos”

El texto exploraba nuevos caminos, algunos de ellos en los que ni siquiera había pensado y el resultado fue mi alarma y estupefacción. A continuación, como arrastrado por un débil presagio, escribí en mi buscador de Internet: [libros escritos con esta aplicación] y esto me condujo a una nueva y fatídica sorpresa, una de las plataformas más voraces de venta online ya estaba ofreciendo libros escritos por (IA), con esa misma aplicación que me habían recomendado. Libros firmados por su autor y en el que reconoce que se han escrito a través de este recurso de (IA).

Volviendo a la narración sobre Brenda, la bombero de Barcelona. En primer término, me sentí gratamente admirado por el curso que la (IA) había dado a la historia, pero después de releerlo varias veces, comprendí que yo jamás lo habría escrito de esa manera. Mi primera impresión comenzó a agriarse hasta darme la sensación de que intentaba mojar pan sobre un huevo frito de plástico.

Después de todo lo que sabemos y que se ha escrito sobre el cierre de editoriales y librerías, de la falta de interés general por la lectura de libros, ¿podríamos estar asistiendo al final del oficio de escritor?

Vivo en un pueblo que presume de grandes eventos de interés cultural y en el que según un sondeo miles de personas leen habitualmente libros en papel y en formatos electrónicos, sin embargo, es bien sabido que el municipio dejó morir la única librería que quedaba y que incluso los quioscos, algunos de ellos míticos y en los que se vendían muchos libros están desapareciendo.

¿Volveremos a dejar que Skynet reescriba nuestra historia, que las máquinas nos reemplacen, una mano robótica sujetando una flor?

No sabemos lo que va a pasar, pero sí lo que está pasando. Las generaciones más jóvenes no soportan una lectura de más de doscientas páginas, son receptivas a la música, las imágenes y los nuevos medios de difusión, prefieren redes sociales en las que se comparta todo sin necesidad de escribir prácticamente nada o de hacerlo con una especie de lenguaje encriptado en el que se ahorra el mayor número posible de palabras. Algunos científicos auguran un futuro en la que la (IA) estará más presente en la vida cotidiana, en la manera en que interactuamos y procuramos cierto bienestar a través de las comodidad que representa no tener que hacer las cosas por nosotros mismos, algo así como olvidar multiplicar o dividir, gracias al uso de las calculadoras.

Mientras nosotros dormimos, una buena parte de la industria de la tecnología y el entretenimiento está diseñando nuevas formas en las que podamos gastar nuestro dinero, sin embargo, el precio no se valora en euros, sino en la pérdida de valores y de las relaciones humanas.

He escrito esta pregunta a mi nueva aplicación de (IA):

¿Cuál es el futuro del libro en papel?

Y esta es textualmente su respuesta:

El futuro del libro en papel parece ser una combinación de continuidad y adaptación. Aunque los libros electrónicos y los audiolibros han ganado popularidad, el libro en papel sigue teniendo un lugar importante en la sociedad por varias razones:

1. Valor táctil y emocional: Muchas personas prefieren la experiencia física de leer un libro en papel. El tacto, el olor y la sensación de tener un libro en las manos aportan una dimensión que los formatos digitales no pueden replicar.

2. Mejora de la retención: Varios estudios han mostrado que leer en papel puede mejorar la comprensión y la retención de la información en comparación con las pantallas, lo que lo hace especialmente valioso para el aprendizaje.

3. Evolución en la impresión: Con tecnologías como la impresión bajo demanda, los costos de producción y almacenamiento de los libros físicos se han reducido, lo que permite que las editoriales y autores independientes puedan publicar libros sin el riesgo de tiradas grandes que no se vendan.

4. Nicho de coleccionistas: El mercado de libros físicos también se mantiene fuerte entre coleccionistas y amantes del diseño editorial. Las ediciones especiales, ilustradas y limitadas siguen teniendo un gran atractivo.

5. Sostenibilidad: Con el creciente enfoque en la sostenibilidad, las editoriales están buscando imprimir en papel reciclado o de fuentes sostenibles, adaptándose a las preocupaciones medioambientales.

En resumen, aunque los formatos digitales seguirán creciendo, el libro en papel seguirá teniendo un rol significativo en la cultura lectora, adaptándose a las nuevas demandas del mercado.

La aplicación de mi móvil basada en (IA) me ha dado una respuesta que es como una canción de cuna. Creo que me ha dicho exactamente lo que quería oír, me observa, me escucha y se adapta a eso que llaman «mi perfil». Hay algo flotando en el aire, algo que no podemos ver y que transporta información de o sobre nosotros mismos a lugares que ni siquiera sospechamos. Sin volvernos paranoicos y aumentar el recelo general que ya despertaron en su momento las viejas teorías conspiratorias, lo cierto es que la realidad, de nuevo supera la ficción.